***** UNA CACHETADA A LA HINCHADA *****

01.10.2011 08:30

 

Puñal al corazón
Jugando mejor pero jugando a nada, Medellín no pudo ante los bogotanos y perdió 2-0 un clásico fácil pero que fue incapaz de superarlo. Un desastre total desde el cuerpo técnico hasta los jugadores.

 

Nuevamente le dan un cachetazo al hincha del Rojo. Con un equipo muerto y jugando a nada. Con un entrenador mediocre y de mentalidad chica y absurda. Así está el Independiente Medellín 2011 en un torneo que cada vez se pone más pesado. Les cuesta y la camiseta les pesa. ¿No les pagan? haganse cargo que ya el hincha no espera más. La sudan o se van.

null

Un plantel mediocre y sin sangre. Mal dirigidos y jugando a nada.

Mal, mal y mal. Así jugó un DIM que fue mejor ante un pobre rival. Inmensamente mejor a los bogotanos, pero infinitamente lejos de jugar mejor. Jugó solo y ni así pudo superar a los bastardos de Bogotá.

En el clásico línea por línea Medellín no fue inferior, pero al mismo tiempo fue tan incapaz y mediocre para superar, tomar el balón y llegar con peligro. No se gana un rebote, no se recupera, no se crea, no se cabecea y no se mete.

Berrio se está muriendo con el mamaracho de Champeta. Un desastre en la cancha y un mago en el micrófono, donde cada semana es goleador. Pero en la cancha, en el lugar donde el hincha paga y se moja, es un jugador menos y un lento en todo. Un muerto.

Con laterales que juegan con miedo y centrales a los bartolazos, Medellín nunca será un equipo seguro, además con un mediocampo que juega como quiere si ningun orden y táctica definida. Se está desperdiciando mucho talento en mitad.

Y ni qué decir de los cambios. Por dios, que desastre el planteo y demorados las variantes. Berrio solito se está hundiendo en el equipo. Con su soberbia e indiferencias a lo obvio, Medellín se va alejando de la punta, esa que fugazmente se le fue de las manos a un desconocido DIM.

2-0 se perdió el clásico con dos contragolpes del rival y Medellín quedó desmoronado, así como está su hinchada que recibe otro puñal en el corazón. O la sudan o se van, cuerpo técnico y jugadores mediocres.