Triunfo rojo sería un aguinaldo

02.12.2012 09:56

Daniel Bocanegra tenía seis años cuando descubrió al Niño Dios en su natal Purificación (Tolima). Ese día, cree él, fue el empujón definitivo para que siguiera la carrera de deportista, porque además de un carro, el traído incluía una pelota de fútbol.

En su etapa de bachiller varios amigos le echaron el cuento del tenis de campo y "me encarreté tanto que en los ratos libres juego y no me pierdo partidos de Rafael Nadal y Roger Federer ".

Pero el fútbol lo atrapó. Siempre se metía a los "picados" y apenas tuvo la oportunidad se fue a probar en Bogotá, donde en la Academia le valoraron sus 1,82 metros de estatura y lo pusieron a jugar de central, puesto en el que se destacó en la Primera B durante cuatro años.

Pasó luego por Santa Fe, Huila y Medellín.

Aunque en sus primeros clubes perfeccionó su estilo de jugador rápido, inteligente con buena técnica y excelente personalidad, fue en el conjunto escarlata en el que cambió de posición.

"Guillermo Teacher Berrío me probó de lateral y con la llegada de Hernán Darío Gómez me tomé confianza en el carril derecho y creo que le he aportado al equipo".

Y justamente, este domingo, intentará inyectarle al DIM esas condiciones: orden y concentración para retomar la punta del cuadrangular B en la Liga Postobón-II.

La llegada al conjunto antioqueño también le sirvió a Bocanegra para evocar su infancia, ya que el jueves, cuando presenció el encendido de los alumbrados del río, recordó esos diciembres en los que "prendíamos las velas, compartíamos regalos y disfrutábamos en familia".

Ahora que es padre de familia (su hija Ana María tiene dos años y ochos meses) y planea el futuro con su esposa Claudia Patricia Tovar, Daniel es un convencido de que "Medellín es la ciudad ideal para recuperar la tradición de hacer la novena, comer pavo en las fechas especiales e iluminarnos con tantas luces lindas".

Para seguir entonado con la época decembrina, Bocanegra considera que el conjunto rojo le puede anticipar el regalo navideño a sus hinchas, a partir de las 7:45 p.m. en el estadio Atanasio Girardot cuando enfrente, en el duelo de revancha, a Equidad.

"Sería lindo clasificar a la final. Con ello premiaríamos a los que tanto nos han apoyado. Y no es imposible. Lo único es creer más en nuestro talento, como nos lo resalta el profesor Hernán Darío, y recuperar la confianza".

Si ello sucede, la Navidad se pondrá más roja y los hinchas empezarán a alentar una anhelada final.

 

fuente: el colombiano