***** Marejada roja pasó por el Atanasio *****

13.03.2011 08:44

 

En época de tragedias naturales y cuando los ojos están puestos en el otro lado del mundo, al Poderoso le tocó remar en contra de la corriente, sin agua, con una avalancha de fútbol que fue extraña en medio del panorama gris y de incertidumbre que tenían los hinchas del Medellín.

Si bien muchos llegaron con las dudas sobre el equipo y en especial sobre Edgar ‘Pánzer’ Carvajal, otra fue la de los románticos, que por momentos, pensaron en los vestigios de un fútbol técnico y agradable a la vista.

Desde un comienzo, la herencia feroz de Santiago Trellez empezó a inquietar el arco de Anthony Silva. Sin embargo, los náufragos ibaguereños flotaron en medio de la aguas y sorprendieron a un Atanasio Girardot que a penas calentaba las arengas para el equipo rojo.

Con un remate limpio y al ángulo superior derecho del pórtico de Bréiner Castillo, Diego Chará (3’) le bajó el ánimo a más de uno con severo gol. Sin embargo, como quien desafía la naturaleza, el rojo respondió de inmediato y sin ninguna compasión asestó un golpe contundente al Vinotinto y oro, que este sábado quedó blanco como el uniforme que vistió.

Fue de primera como Jaime Castrillón le tocó el balón a Trellez (6’) y este de un derechazo venció a Silva, que nada pudo hacer para impedir que el balón se alojara en el fondo de la red. Fue el 1-1 y el partido crecía en emociones.

Trámite y apariciones repentinas de buen fútbol empezaron a verse en el gramado del Atanasio. Poco a poco el rojo empezaba su andar campante por el campo de los Pijaos, que tras falta cometida a Castrillón dentro del área, vio como Luis Fernando Mosquera (19’) de penal empezaba  hundir su barca. 
 
Balón al piso y algunas inquietudes se transformaron en alegría. Lo que fue preocupación en la semana se convirtió en una noche roja de felicidad. Por ahí, como dicen los jugadores, se siguieron dejando espacios en la parte defensiva que fueron bien capitalizados por ‘Choronta’ y compañía.

Para la etapa complementaria, lo mismo del primer tiempo: balón dominado y abriendo las puntas. El Tolima, como era de esperarse, de entrada arreció en el campo de juego del Medellín, pero las manos de Bréiner aparecieron para darle la tranquilidad a los dirigidos por ‘Pánzer’.

Los del rojo hicieron sentir la localía y se adueñaron del partido. Una combinación entre Trellez y César Valoyes crearon un nuevo grito de gol. El ‘Desbaratado’ quedó solo en posición lícita por la parte izquierda, encaró a Silva y sáquelo de adentro al minuto 51. El barco Pijao se fue al fondo y sucumbió ante la marejada roja.

De ahí en adelante, Medellín mantuvo el resultado y logró disfrutar el resultado. Sus líneas trabajaron bien y el fútbol apareció. Aunque muchos llegaron inquietos vieron un fenómeno que se llevó por delante a los ibaguereños, esta vez de un fútbol que esperan se repita jornada tras jornada.